Palacio y jardines de Schönbrunn, Austria
Criterios para ser considerado Patrimonio de la Humanidad - Genio creativo humano; Importancia en la historia de la humanidad.
Schönbrunn (también considerado el "Versalles vienés") constituye un ejemplo notable de palacio real barroco y refleja vívidamente los gustos, intereses y aspiraciones de los sicesivos monarcas de la dinastía Habsburgo. Con la excepción de algunos añadidos menores del siglo XIX, el palacio y sus jardines fueron erigidos en el siglo XVIII. Schönbrunn fue construido por los arquitectos Johann Bernhard Fischer von Erlach y Nicolaus Pacassi y alberga un gran cúmulo de obras maestras de las artes decorativas.
El emperador Leopoldo I encarga a Johann Bernhard Fischer von Erlach la construcción de un palacio para su hijo José. El arquitecto comenzaría en 1696 y finalizaría entre 1699 y 1701. De esta primera construcción sólo queda la Capilla de Palacio y la Escalera Azul con un fresco de Sebastiano Ricci.
Carlos VI no mostró especial interés en Schönbrunn, pero su hija María Teresa será quien convertiría el palacio en residencia veraniega de los Habsburgo. Durante el reinado de María Teresa se procede además una ampliación del palacio. La mayor parte de la decoración interior tiene su origen en esta época y es una de las pocas muestras existentes del llamado rococó austríaco.
Hacia 1765 Johann Ferdinand Hetzendorf von Hohenberg asume la dirección de los trabajos de construcción del palacio. Su obra más significativa es la Glorieta. Entre 1817 y 1819 Johann Aman lleva a cabo la unificación y simplificación de la fachada siguiendo los dictados clasicismo.
Los vastos jardines barrocos y sus edificios son testimonio de las dimensiones imperiales y de las funciones de este palacio; desde el patio se llega a la capilla y al teatro palatino. El invernadero, construido en el lado oriental del edificio principal del palacio, fue utilizado por la emperatriz María Teresa para cultivar plantas exóticas, y el zoológico de Schönbrunn, fundado en 1752 por su marido, es el más antiguo del mundo.
La impresionante galería está profundamente decorada con estucos y frescos en los techos, que simbolizan el imperio de los Habsburgo, en tanto que el salón de ceremonias es notable por sus pinturas monumentales, que reproducen acontecimientos del largo reinado de la emperatriz María Teresa.
El palacio y los jardines de Schönbrunn, en Viena, Austria, fueron declarados Patrimonios de la Humanidad por la UNESCO en 1996.